A la memoria de                                

Vicente Sánchez y de su mujer      

Remedios    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

Renacer tardío

 

Nací llorando

por un sentimiento de inseguridad

al sacarme de mi nido.

Volví a reírme al encontrar

el pecho bondadoso de mi madre

que calmaba mi hambre y mis miedos.

 

¡Todo era nuevo!

Maravilloso y hermoso

para una vida que empezaba.

 

Nací libre como el viento

que agita las ramas

haciendo caer sus frutos.

Frutas maduras y jugosas

para dar de comer al hambriento.

 

Pero la libertad se cortó,

la sumisión apareció 

y con ella la manipulación,

nostalgia e infelicidad. 

 

¡Que difícil enfrentarse a la tiranía! 

Aparece el miedo como un oscuro fantasma.

Intentas encontrar un refugio, en vano…

 

Me miro al espejo y no me veo:

Solo soy una sombra sin forma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                            II

Pasan los años y todo queda apartado

en un rincón del subconsciente;

un poco alejado de mi memoria.

Pero de repente los recuerdos se deslizan

como un libro abierto.

Intento cerrarlo,

¡No puedo!

 

Percibo a mí alrededor esa juventud

que disfruta, vive y es libre.

Y yo sufro,

por no haber sabido aprovechar

el paso del tiempo.

malviviendo esta existencia tan corta.

 

Siento rencor hacia EL

por esta vida rota que esclavizó mi niñez,

mi adolescencia y mi madurez.

Siento nostalgia por un pasado diferente:

Una vida con ilusión

con deseo de renovación.

                  

 

 

 

 

 

 

                               III

Hoy me miro al espejo:

Sigo viendo esa sombra sin forma

aunque un poco más definida.

Me doy cuenta de que soy yo,

con un nuevo despertar…

No tan sumisa,

más libre ahora

pero sin infancia ni juventud.

 

Siento un renacer tardío;

Y percibo una ilusión naciente,

En este corazón atormentado.

Soy un caso raro

con argumento trágico,

pero me empiezo a considerar valiosa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

NIÑEZ   TRUNCADA

 

Una mirada perdida,

Unos ojos sin vida,

Reflejos de una angustia

Interior vivida;

No apta para una niña.

 

Implora perdón

Por el mal no cometido.

Sola en su habitación

Y con una oración:

“no me dejes sola,

Que me perdería”.

 

Inocencia rota,

Infancia olvidada;

Virginidad perdida,

Una niña mimada

Se truncó en mujer derrotada.

 

Los sentimientos infantiles

Ya no tiene ningún valor

No entienden de amor,

Solo de amargura y desengaño.

Perciben miedo y silencio.

 

 

La desconfianza es su lema.

El rencor taladra su mente,

Cual martillo encarnizado,

Y la obsesión de venganza

Se torna cual meta inalcanzable.

 

La niña angustiada

Buscó ayuda,

Pero solo encontró

Aislamiento y silencio;

Sus amigos eran los cuentos,

Su quimera un sueño.

 

Soñando despierta

Con una vida mejor,

Escapando de la violencia,

Libre de maldades y odios,

Encontró la solución:

 

 

La vida es evolución,

Dulce, cruel a veces,

Pero es necesario vivirla

Para recordar a esa niña,

Que todavía no era mujer.

 

 

 

 

 

 

 

 

Mundo infantil

 

 

Infancia alegre junto a mi hermano,

corriendo juntos por el prado,

Inventando un mundo feliz

y olvidando un presente,

ingrato y cruel.

 

Nostalgia de un mundo imaginario,

donde él era el rey y yo su vasallo.

Yo su madre y él mi hermano.

Yo su cobijo, él mi vida.

 

Nuestra imaginación se desbordaba,

inventando hasta hermanos,

para sobrellevar esa debilidad

que sentíamos siendo aún tan niños.

El nerviosismo nos alcanzaba

cuando el juego terminaba.

La vida se presentaba

con tiranía injustificada,

despertando de esa infancia

medio olvidada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                    Mercedes

 

 

Mi vida quedó marcada por su presencia.

Sus pasos resuenan aún.

a pesar de su ausencia

señalándome un camino con futuro,

y escapando de un presente, ingrato y cruel.

 

Mi primer recuerdo de ella se remonta

a una etapa difícil, de una infancia casi olvidada,

en un remoto rincón de mi conciencia.

donde no podía justificar el castigo,

que mi sino me había impuesto

 

 

Era una campesina asturiana,

de cuerpo menudo, y apariencia frágil.

a sus labios siempre asomaba una sonrisa,

ysu voz cantarina, suave y aterciopelada

me susurraba al oído, palabras de cariño.

 

 

Percibía en ella su constante deseo de saber;

la lectura era su afición,

sus hijos su devoción.

Su tez pálida, estaba siempre protegida

del aire y del sol.

 

Las arrugas apenas surcaban su rostro,

simulando su edad.

Sus ojos reflejaban sufrimiento,

recuerdos de la guerra vivida.

 

 

Su amor me saciaba,

sus manos, ligeramente temblorosas,

me acariciaban con ternura

y su voz calmaba mi angustia,

sofocando hasta mí llanto.

 

Mercedes daba protección a mi mundo infantil,

lleno de miedos e inseguridades.

dejando ecos de su existencia ,

en lo más profundo de mi memoria

que perduraría para siempre.

 

 

Dulce mujer, que supo hacerse querer.

Recuerdo perpetuo, para la que ayer fue niña,

y hoy es mujer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                Aletear de ilusiones

 

 

Cansada de vagar

por caminos solitarios,

espero encontrar

amigos solidarios.

 

Mi corazón abatido

de tanto errar,

se encuentra vencido

buscando olvidar.

 

Un nuevo encuentro,

aletear de ilusiones,

despiertan mis emociones,

parece el comenzar de un cuento…

 

Una sonrisa ilumina mi cara,

mi camino se hace ligero.

Me han dicho un te quiero

y he arrancado mi máscara.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nacimiento de una ilusión

 

 

Días de fiesta, en mi corazón enamorado.

Manos que se agarran, buscando no separarse.

El sentimiento de cariño se desborda,

y los besos se dan, cual regalo de navidad,

el más deseado, él más buscado.

 

Recuerdo el día que lo descubrí,

entre la multitud lo percibí.

El amor se vislumbraba, como un destello,

en la penumbra del local.

 

Los recuerdos amargos se desvanecían,

como un despertar de pesadilla;

descubriendo una realidad hermosa:

Una vida con ilusión, un empezar de nuevo

que deja huella en mi corazón.

 

 

 

 

 


 

 

 

El camino del amor

 

 

Nuestros caminos se cruzan

buscando un encuentro,

nuestras miradas se buscan

hallando un deseo.

El deseo de ser amada

inunda mi alma,

buscando un futuro

en este incierto presente.

 

¡Cuánto deseo que me conozca!

¡Que me ame tal como soy!

 

Sus ojos reflejan pasión,

deseo de amarme,

deseo de encontrarme,

deseo de amarme…

Mis ansias de amar despiertan,

mi resistencia se desvanece

y de mi garganta

su nombre escapa.

 

 

Mis manos revolotean

sobre su cuerpo,

buscando al hombre:

Mi amante.

 

Un efluvio de sensaciones

incontrolables , desconocidas,

desbordan mi mente y mi cuerpo.

¡No soy yo!

Solo soy una mujer

que se siente amada.

 

Tu abrazo final me calma,

me siento en paz…

Ahora tú eres mi mundo

no él que tanto me afligió.

 

El deseo se aleja y me adormezco

soñando de nuevo

con este amor verdadero.

Solo soy una mujer

que se siente amada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pasión efímera

 

 

En el camino encontró

una delicada flor,

y a todo el mundo contó

que era su verdadero amor.

 

Tan embriagador aroma desprendía

Que a sus sentidos nublaban,

con lo que de un hilo pendía,

libertad, razón y vida.

 

Con el paso del tiempo,

la flor se ajó,

la pasión se esfumó…

Sólo el recuerdo perduró,

en el corazón del poeta,

al no alcanzar su meta.

 

Dolorosa pasión

narra el poeta,

con una canción;

parece ser una saeta.

 

Pasa el tiempo en un momento.

Mientras él, vive el recuerdo con tormento,

lamentando su pasado,

y llorando por su amado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Amor prohibido

 

 

 

En una noche oscura

brilla con todo esplendor

su estrella fugaz.

 

La mira con adoración

pidiendo con devoción

un anhelo no permitido:

Su deseo prohibido:

 

 

Una locura sin tino

ante los ojos ajenos:

Un amor fugaz

que coarta tu libertad.

 

Pero es tu amor

¡Y quieres vivir!

¡Y quieres errar ¡

 

Amor prohibido

todo esta permitido.

¡Amor tenaz!

 

Tormentosa rutina

 

 

Me siento caer en un vacío sin fin.

Mi cuerpo sediento no encuentra alivio,

y mi alma atormentada no encuentra paz.

 

La rutina se inicia como cada día,

la huella del amor se va borrando, con cada paso.

¿Qué me pasa?

 

El amor no se consolida,

va dando paso al vacío,

a la desilusión.

 

Somos amigos,

¡Pero la amistad no es solución!

Es un futuro sin ilusión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Olvido

 

 

Desesperación por un olvido,

¡Olvido de su amor por mí!

¡Cuanta rabia acumulada…!

¡Cuanta ira contenida!

 

 

No recuerdo su rostro enamorado

¡No recuerdo su amor por mí…!

 

¿Ser esposo, es sinónimo de olvido?

Su falta de amor injustificado,

me acongoja y me anula.

 

Mi felicidad era su meta.

Mi tranquilidad, su lema.

Mi deseo, su mayor hazaña.

 

Su llamada cercana se arrima,

Y no puedo expresar mi resentimiento.

Odio y rencor se acumulan,

a una lista sin fin.

 

No quiero cometer los mismos errores

Más mi silencio lo acalla todo…

menos en mi corazón.

 

Sé que el día que hable

Lo pierdo todo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                               Recuerdos

 

Yo no quiero vivir de recuerdos,

pero mi presente, es mi pasado.

 

Percibo las presencias de antaño,

que se alejaron en silencio.

sin un simple susurro,

que aliviara mi dolor.

 

El espejo refleja mi pena,

y mis lágrimas se deslizan,

como un manantial;

tan deseado por el sediento.

 

Pero nadie sorbe esta agua,

que mana, reflejando mi dolor.

Y de mi garganta, un sonido escapa,

¡De rabia!, por su olvido injustificado.

Por su ausencia, ¡por mi rencor!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El destello de su mirada

 

 

 

El destello de su mirada, frenaba mi paso indeciso,

Y mis manos revoloteaban nerviosas, sobre mi falda.

 

Mi corazón, desbocado,

anhelaba una palabra suya

que coordinara mis pensamientos,

y apaciguara mis presentimientos.

 

El sonido de su voz sonó como un eco lejano,

como un recuerdo de un pasado, dormido y olvidado.

 

El amor es vida: nace, crece y muere.

Mi desamor es el olvido.

Nuestro amor ha fallecido,

sin saber ni como ha sido.

 

 

 

 

 

 

 

No quiero despertar

 

 

¡No quiero despertar de este sueño que me esclaviza!

No quiero un nuevo empezar,

con otra persona diferente a ti,

¡No quiero que me revivan y me cambien!

 

Aún sueño con tu mirada,

revivo tus besos,

con la misma ilusión de aquél primer día.

 

¡Tu ausencia me destroza, y me siento morir!

Pero mi amor por tí lo supera todo.

 

En sueños te toco, mimo y acaricio,

con esa ternura de antaño,

que alivia mi dolor.

 

¡Regresa para que te vuelva a encontrar, amor!

Regresa amor, no importa que te hayas ido….

 

 

 

 

 

 

 

Los fantasmas de mi vida

 

 

El fantasma del recuerdo

atenaza mi espíritu,

impidiendo resistirme

al influjode su dominio;

y rehacermi vida.

 

La ansiedad se asienta en mi cuerpo.

¡No quiero pensar!

Pero mi corazón acongojado,

necesita hablar…

 

La nostalgia del amor

castiga mi alma y mi cuerpo.

Aún siento su cuerpo caliente junto al mío;

más me desvelo pensando

en lo que tenía que ser, y no es.

 

¡Quisiera gritar que lo deseo!

¡Que oyera que lo quiero!

Pero mi voz se apaga,,

sufro, y siento un profundo vacío.


Y más me alejo casi sin saberlo,

y él desaparece suavemente ,

como un fantasma en mi vida.

Como tantos otros que intentaron

sin conseguirlo, dejar su huella.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alegría de un solitario jardinero

 

 

¡Qué alegría vivir esta hermosa vida!

Los sentimientos emanan, cual esencia,

de la más fragante y olorosa flor:

La más preciada para el solitario jardinero.

 

La aparente y delicada orquídea

emerge con todo su esplendor,

apostando por un futuro

pleno de vida y amor.

 

Su cuidador contempla y mima

ese preciado tesoro,

tan deseado, buscado,

y al fin encontrado.

 

La alegría se contagia

cual risa de un niño,

el sonido más preciado para una madre.

Y la vida se reinicia con esperanza y alegría.

 

 

 

 

 

Chiqui

 

 

Es una hembra hermosa,

deseosa de mi amor y presencia.

 

Cada vez que sus azulados ojos

se cruzan con los míos,

percibo en ellos sus ansias de ser amada.

 

Su necesidad de mí se hace evidente,

con cada gesto, cada mirada,

y eso me emociona y abruma.

 

Me regala constantemente sus húmedos besos,

y me llama, con un maullido insistente

que ya reconozco como mi nombre.

 

Chiqui vino a mí, casi sin vida.

Me acogió como su madre perdida,

y me persigue corriendo por donde vaya,

temiendo perderme y no reencontrarme.

 

Me inspira ternura,

casi pena,

pues no entiende que yo soy mujer

Y ella una felina hembra.

 

Su pelaje blanco busca mi calor,

y sus orejas puntiagudas

se mueven cual antenas,

buscando cualquier sonido de mi boca.

 

 

Obediente, me mira,

y se sienta.

emitiendo un murmullo

de alegría

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Presente de amor

 

  

En el camino de la búsqueda del olvido,

tropecé con los fantasmas de mi vida.

rebusqué en la raíz del recuerdo:

¡El miedo, había marcado mi sino!

¡La tristeza, el contenido de mi alma!

 

El pasado se fue desvelando

como un oscuro secreto;

y las palabras agrietadas

a voces fueron saliendo.

y de mi mano, los fantasmas se alejaron

en silencio, y con tranquilidad me dejaron.

 

La paz se va asentando en mi interior.

¡Quien me dijera sentirme así, algún día!

Mi corazón ya no se encuentra afligido,

Sino lleno de ternura, y serenidad.

Mi nueva meta es mi libertad.

 

Cuando se acerca el final de mi existencia,

empiezo a resurgir de mis cenizas.

Mi cuerpo se mueve relajado

buscando y encontrando el amor;

La meta del ser humano.


Me miro al espejo y veo una encantadora anciana

que antaño si marcó el curso de mi existencia.

Han pasado los años, como un soplo de aire fresco,

y hoy me encuentro sin el amor de un hombre.

Pero mi casa no se halla vacía, sino llena de amor.

 

Mis animales me piden amor,

y me entregan el suyo con devoción.

Me miman, me contemplan con adoración.

Ya no existe en mi hogar el desamor.

¡Tengo a quien decir: te quiero!